VEINTE AÑOS DESPUES. (Parte 3ª)
- Ataca mas rápido elfo feo - fue la mofa del Joven daguero – ese escudo lo único que hace es quitarte rapidez.
- Lo dices por que no puedes ganarme cuando lo tengo en la mano, además no soy feo, tu novia dice que soy muy apuesto, jajajajaja.
- Eres un bocazas Arack, ¿imagino que lo sabías?
- MMM, me has dicho cosas peores que eso Azlan – dijo Arack mientras bloqueaba con su escudo uno de los veloces lances de Azlan y a la ves trataba de tocar al daguero que se limitó a esquivar la espada de entrenamiento del elfo oscuro.
- Pues al menos tengo novia, en cambio tu esperas un sueño, una princesa es una aspiración muy alta para un simple aprendiz de guerrero – dijo burlonamente el muchacho.
El semblante del elfo oscuro cambio de inmediato.
- No he estado enamorado de ella – dijo lanzándose impetuoso contra Azlan con el escudo por delante – éramos solo amigos, además se fue a los 12 años a la academia real, aggggggg – y ambos cayeron al suelo hechos un ovillo, olvidada toda técnica de combate, y como siempre la mayor fuerza física de Azlan se impuso a los reflejos del joven elfo oscuro. Entonces una potente voz se elevó.
- ¡Esto es un entrenamiento par de mozalbetes! – El rugido de Hypnos tuvo la particularidad de hacer que ambos muchachos se levantaran como impulsados por resortes del suelo – Mirad mocosos al resto de los alumnos, todos ellos responsablemente entrenando y el parcito de irresponsables como siempre jugando y riñendo, estáis castigados, guardareis y limpiareis todo el equipo al final de la clase.
Ambos jóvenes miraron a la cincuentena de alumnos que se encontraban en el Coliseo entrenando en ese momento, todos contenían la risa para no verse sumados al castigo que imponía el terrible instructor.
- Si padre – respondieron ambos jóvenes al unísono y se aprestaron a seguir practicando.
- Siempre me metes en líos Azlan – dijo Arack por lo bajo – es la quinta ves en este mes que tengo que limpiar y guardar el equipo de todos por tu culpa.
- Jejejeje – rió a su ves por lo bajo el muchacho humano.
- Silencio ustedes dos – trono Hypnos a los mozalbetes, sin poder ocultar del todo una mirada de orgullo para con los que eran sus hijos e insipientes expertos guerreros en sus disciplinas – o además os gustaría limpiar las cuadras de los dragones de montar – agrego con una risilla ante la contrariedad de los chicos – Arack toma esa espada con mayor suavidad, no es un martillo de herrero, Azlan mas fluida esa estocada, no estas usando un tenedor, no sois tan buenos como pensáis aún.
- Si padre - respondieron otra ves los jóvenes.
De vuelta en el palacio y después de limpiar 52 equipos de entrenamiento, cansados, sudorosos y aunque de buen humor como siempre, ambos muchachos se disponían a cruzar una de las intersecciones principales de los espaciosos pasillos para dirigirse cuando se encontraron metidos en un revuelo de sirvientes y guardias todos de lo mas apurados y excitados.
- Que ocurre – pregunto Azlan a una de la mujeres de la servidumbre.
- ¿No os habéis enterado?, la princesa Fanny a regresado a Palacio, decidió volver y a llegado hoy, inesperadamente claro esta – y se retiró rápidamente agregando algo mas que los chicos no alcanzaron a entender.
- Vamos Azlan llegaremos tarde a comer y madre se disgustará – dijo Arack repentinamente apurado.
- ¿Qué?, veamos a Fanny tonto, quiero curiosear un poco.
- Pues yo me voy – y comenzó a cruzar el pasillo sin darse cuenta que justo en ese momento entraba la comitiva de la princesa por el otro extremo, dirigió la mirada hacia ese lugar y la vio, llevaba un vestido verde agua ribeteado con hilos de plata, muy simple pero definitivamente muy elegante, su talle era esbelto, una cabellera castaña enmarcaba el rostro oval donde resaltaban unos ojos igual de castaños y almendrados que se dirigieron hacia él primero indiferentes y después con un brillo de reconocimiento y algo más que no supo definir, en ese momento el Muchacho elfo sintió el impacto de sentimientos nuevos, un doloroso placer en su pecho, y supo que su destino estaba sellado.
- Arack – dijo la bella princesa.
- Vampirella – dijo en muchacho usando el sobrenombre de su niñez – Perdón, alteza corrigió envarado.
Entonces ella salvó la distancia que los separaba y abrazo a su antiguo compañero de la infancia, para propinarle un abrazo que el elfo recibió mas que avergonzado, conciente ahora de su desastroso aspecto después del entrenamiento.
- Te ensuciaras el vestido – atinó a decir.
- Jajajaja, es solo un vestido y vale la pena sacrificarlo después de tantos años – Arack no supo que responder, pero tampoco le importó.
- Ejem…
- Azlan? – pregunto la princesa al chico que se acercó – que gusto verte, jajajaja.
- Igualmente Fanny – respondió el irreverente muchacho.
- Veo que vienen de entrenar, quizá me permitan acompañarles – dijo ella dirigiéndose a Arack esta ves.
- Alteza, el Rey espera su llegada – interrumpió una de las damas de compañía de la princesa.
- Si si si, nos vemos después Arack, Azlan espero verte a ti también – y se retiró sin no sin antes dirigir una mirada y una sonrisa al incómodo elfo.
Cuando el séquito se perdió en una de las entradas a las que daba paso el corredor y los jóvenes quedaron Azlan comentó:
- Pues te ha prestado atención solo a ti, jajajajajajaja.
- Calla asno tonto – dijo Arack enojado propinando una sonora palmada a la espalda de su hermano quien lo siguió desternillado de risa rumbo a las habitaciones que correspondían al comandante de la Guardia de Palacio y que ocupaba su familia.
Antes de ello Arack dirigió una disimulada mirada al lugar por donde se perdiera la comitiva.
Dom Mayo 25, 2008 10:08 am